La colaboración entre generaciones en el ámbito laboral se ha transformado en un reto para la dinámica organizacional.
Las formas de trabajar y de colaborar en el entorno laboral han tenido una transformación sin precedentes en los últimos años. No solo la tecnología ha cambiado la forma de relacionarnos y lo que somos capaces de hacer, sino que también nos enfrentamos a equipos conformados por diversas generaciones y, por lo tanto, diversas perspectivas para ver el mundo.
Ya desde su estudio pionero “Diferencias Generacionales: Comprometiendo a todas las generaciones en el entorno laboral”, Deloitte advertía de un choque entre generaciones debido a que las políticas y prácticas que se elaboran desde las áreas de Recursos Humanos se crearon en un contexto que respondía a ciertas necesidades, el cual ya no corresponde con lo que esperan las nuevas generaciones.
Esto ha implicado un cambio del juego en diferentes niveles, lo que está desafiando la forma en que se gestionan los recursos humanos. De acuerdo con el Global Shapers Survey 2017, realizado en conjunto por la Global Shapers Community y por el Foro Económico Mundial, los jóvenes son más conscientes ahora de la visión social de las empresas. En ese sentido, el 59% de los prospectos Millennials se informan sobre qué empresas han realizado reportes de Responsabilidad Social.
Este nuevo paradigma plantea el reto de la integración y colaboración efectiva entre generaciones y de cómo obtener ventajas de esta pluralidad de formas de hacer y pensar las cosas. En la actualidad, en un entorno laboral pueden convivir personas de distintas generaciones, como los Baby Boomers (aquellos nacidos entre 1946 y 1965), la Generación X (nacidos entre 1966 y 1980), los Millennials (nacidos entre 1981 y 1995), e incluso representantes de la Generación Z (los nacidos a partir de 1993).
La firma de RH Adecco, explica que existen beneficios tangibles al tener un correcto ambiente de integración laboral entre distintas generaciones. Esto implica todo un cambio de mentalidad, al aprender a desarrollar una comunicación más horizontal generando un lugar de trabajo donde todas las voces tienen importancia, independientemente de la edad o posición. Por su parte, Gin Business recomienda la aplicación de programas de mentoring y sesiones de brainstorming intergeneracionales para crear formas de trabajo eficientes y que el resultado final de un proyecto tenga el aporte de todos.
Ante este panorama, las empresas están adoptando prácticas y políticas de gestión que fortalezcan el diálogo y la colaboración intergeneracional, para potenciar el talento y obtener lo mejor de todos los colaboradores. Algunas corporaciones en México están entendiendo que la brecha entre colaboradores de una u otra generación podría ampliarse, de no tomar acción en la materia.