La campaña paraguaya “Muñecos Anti-Abuso” fue premiada en la 32º edición del Festival de Comunicación Publicitaria El Sol, celebrado en la ciudad española de Bilbao.
Se trata de una idea original de la agencia Kausa Havas Paraguay para Amnistía Internacional y Laboratorios Díaz Gill que, desde la prevención, pretende erradicar y denunciar el abuso infantil en todas sus esferas.
La peculiaridad de la iniciativa, que ya logró previamente el reconocimiento local al obtener el premio a Mejor Idea del Año en los premios Tatakuá, consiste en la elaboración y distribución de muñecos de trapo con dispositivos de audio insertados en sus partes íntimas. Éstos, al ser presionados, emiten mensajes preventivos que educan al menor sobre cómo actuar en caso de abuso sexual. Para lograr una mayor eficacia en todo el país, también fue creada una edición de los muñecos en idioma guaraní.
El éxito de la campaña recibió, además, apoyo institucional por parte del Gobierno Nacional, ya que a través del Ministerio de Educación, los “Muñecos Anti-Abuso” pasaron a formar parte del Plan Educativo de Paraguay, y los docentes fueron capacitados para utilizarlos como herramientas pedagógicas.
La repercusión de “Muñecos Anti-Abuso” ya cruzó las fronteras de Paraguay, al hacerse eco de la iniciativa medios de países como Argentina, España, Rusia, Francia, Japón, China y Panamá. Además, el prestigioso portal internacional Playground realizó un video exclusivo sobre los muñecos para compartir con el mundo los objetivos de la campaña. Una repercusión que ahora se materializa con el éxito de la campaña en el marco de uno de los cinco certámenes internacionales más prestigiosos del mundo.
Además de lograr reconocimiento en la categoría de Ambient, la campaña logró también posicionarse como finalista en la categoría de Direct, siendo la única idea paraguaya premiada en la presente edición del Festival.
Pero el recorrido de los “Muñecos Anti-Abuso” no termina con este reconocimiento. Y es que, en los últimos meses, numerosos ejemplares de los juguetes fueron enviados a Sudáfrica, con el objetivo de ayudar a erradicar el abuso infantil en uno de los países del mundo que, junto a Paraguay, presenta uno de los índices más elevados en referencia a este problema.