Durante el Mobile World Congress, que se realiza en Barcelona, se presentaron los nuevos datos de GSMA Intelligence sobre el mercado mobile en Latinoamérica. En ese sentido, se informó que las conexiones 4G superaron los 100 millones en 2016 y que representarán casi el 40% del mercado para 2020, cuando se inicie el despliegue de 5G.
Las conexiones 4G experimentaron un crecimiento de 121% en América Latina, según nuevos datos de GSMA Intelligence, dados a conocer en el transcurso del Mobile World Congress, que se realiza hasta este jueves en Barcelona.
Según se informó en la conferencia de GSMA liderada por su director para América Latina, Sebastián Cabello, la tasa de crecimiento, de casi el doble del promedio mundial, fue impulsada por las inversiones en redes y servicios 4G de los operadores móviles de la región.
Las conexiones 4G en Latinoamérica pasaron de 51 millones en 2015 a 113 millones hacia fines de 2016, cifra que representa el 17% del total de conexiones y un incremento anual del 121%. Se prevé que las conexiones superen los 300 millones hacia fines de la presente década, representando casi el 40% del total de las conexiones de la región en ese momento.
Hacia fines de 2016, 97 operadores móviles habían lanzado redes 4G en 39 países de América Latina, y se espera que otros sigan estos pasos en los próximos años. Según GSMA Intelligence, las redes 4G ya cubren el 68% de la población latinoamericana y se espera que esta cobertura alcance a un 83% de los ciudadanos para 2020.
Estos datos demuestran que el crecimiento de la tecnología 4G tiene también una fuerte correlación con la adopción de smartphones, los cuales representaron el 55% del total de conexiones móviles en la región a fines de 2016.
Con respecto a la regulación del ecosistema digital de América Latina, Sebastián Cabello, dijo que “las fuertes inversiones de los operadores móviles están impulsando la migración a redes de alta velocidad, pero se necesita modernizar la regulación para promover el desarrollo digital regional e incentivar aún más la innovación y las inversiones”.
“La economía digital está evolucionando rápidamente en la mayoría de los países, pero el marco regulatorio de las telecomunicaciones sigue anclado en el pasado. El futuro requiere una visión más flexible y tecnológicamente neutral, descartando aquellas normas que ya no reflejan la dinámica de la industria. La GSMA recomienda a los gobiernos promover una mayor calidad de servicio e innovación a través de la competencia, en vez de perpetuar reglas y obligaciones ya obsoletas”, continuó Cabello.
5G
Al referirse a la evolución de la tecnología 5G en América Latina, Marco Galván afirmó que será la plataforma habilitadora de lo que se conoce como “Cuarta Revolución Industrial”. “No solo en lo referido a los servicios tradicionales de voz y datos para el consumidor final sino también en los nuevos servicios para operadores móviles, que contribuirán a un impacto mayor en la automatización y la digitalización”, sostuvo.
El despliegue de estas redes comenzará a partir del año 2020 y serán construidas sobre la base del éxito alcanzado con 4G para brindar redes y plataformas que propulsarán la continua transformación digital de la sociedad.
Con la tecnología 5G, serán posibles nuevos escenarios de uso, tales como Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y comunicaciones críticas, además de nuevas aplicaciones generadas por las mejoras en banda ancha móvil. En cuanto a conexiones M2M, se prevé que en la región la tasa de crecimiento aumente más del doble, pasando de 25 millones de conexiones a fines de 2016, a 53 millones para 2020.
La tecnología 5G también acelerará la competencia entre los operadores, las empresas de Internet y el ecosistema móvil más amplio. Para garantizar el despliegue oportuno de redes 5G, será indispensable contar con espectro nuevo y ampliamente armonizado, tanto en bandas de frecuencia baja como alta. De esa forma, se maximizarán las inversiones y se concretará toda la gama de capacidades potenciales que ofrece la tecnología 5G.
“Es urgente establecer las bases para apoyar la adopción de esta nueva tecnología, por ejemplo, desarrollando una clara hoja de ruta para la atribución de espectro radioeléctrico y la definición del camino hacia la modernización de las regulaciones legadas existentes, lo cual será esencial para alcanzar este objetivo”, afirmó Cabello.
Dinero Móvil
En lo referente a la industria del dinero móvil, Jennifer Frydrych dijo que “por años, la industria del dinero móvil en la región estuvo rezagada con respecto al resto del mundo, a pesar de contar con altos niveles de penetración de celulares y baja inclusión financiera, elementos claves para la adopción del dinero móvil”.
Sin embargo, en los últimos años este negocio viene experimentando un rápido crecimiento. Actualmente, la región cuenta con 32 servicios operativos en 17 países y 23 millones de cuentas, las cuales aumentaron 35% durante el último año. Estas cifras posicionan a Latinoamérica como la región de crecimiento más rápido en cuentas registradas de dinero móvil a nivel global. El 47% de las cuentas registradas estuvieron activas dentro de los 90 días, una de las tasas de actividad de dinero móvil más altas del mundo.
La industria de dinero móvil está mostrando señales de mayor madurez y futuro crecimiento. El 75% de los servicios de dinero móvil en la región ya se ofrece a través de aplicaciones para smartphones. Los patrones de uso sugieren que el dinero móvil se encuentra más integrado en la estructura de pagos en la región que en otras partes del mundo, evidenciado por pagos comerciales del 57% de las transacciones (el promedio global es 5%) y pagos mayoristas que representan casi 7% de las transacciones (el promedio global está apenas por encima del 2%).
“Todavía hay un amplio mercado sin aprovechar en términos de dinero móvil en América Latina, ya que aún se encuentra en una etapa incipiente en la mayoría de los mercados”, comentó Cabello. “A fin de ayudar a impulsar la futura adopción de los servicios de dinero móvil, se deberá contar con regulación apropiada, acceso a infraestructura bancaria y asociaciones público-privadas”, concluyó.