La fundadora del hub de investigación y desarrollo de creatividad y negocios analizó el modelo de innovación actual, repasó las actividades que llevó a cabo en el año, y dijo que apunta a expandir el laboratorio de ideas en la región.
Se trata de un grupo de profesionales de diversas áreas que trabaja en procesos creativos abiertos identificando oportunidades de negocio, desarrollo de productos, servicios y experiencias. Se hacen llamar Tako Lab.
“Somos una fusión entre agencia, incubadora y experiential learning” explica Buzzi, quién junto a su socio Lautaro Clementin fundaron el espacio de trabajo colaborativo.
“Hace tiempo que no creemos en la agencia tradicional, no creemos en sus métodos-procesos, ni en sus modelos de negocio, ni estructura” afirma.
Tako Lab es un laboratorio que se dedica a acercarle soluciones a las marcas para sus necesidades de negocio, desarrollo o creatividad, mediante metodologías y procesos ágiles como Design Thinking, Lean Startup, Customer Development, Effectuation, Kanban, y metodologías creativas, entre otros mecanismos.
“Utilizamos estos métodos para validar mercados, desarrollar nuevos productos, resolver un brief creativo, armar el lanzamiento de una campaña, generar branding o llevar adelante un workshop o curso” afirma Gisella.
Fiel a su filosofía, la estructura de Tako Lab se amolda a la necesidad. “Armamos equipos ad hoc en función de las soluciones a desarrollar. No tenemos una estructura fija, hemos trabajado con programadores, con creativos, con directores de teatro, escritores, vidrieristas, videógrafos, etc”
Tako traslada metodologías propias de las startups a las marcas grandes articulando un trabajo sinérgico entre los integrantes de las compañías y con equipos de talento específicamente seleccionados. Tal fue el caso del Innovation Lab que llevaron a cabo con Yelmo, donde participaron tanto empleados de la empresa como amas de casa.
“Lo que había que resolver es cómo tenía que ser el posicionamiento de marca de Yelmo hoy en día. Entonces armamos un challenge en dónde definimos una nueva audiencia, los conceptos de branding y los territorios de marca”.
“También hicimos un Innovation Lab para Penguin Random House, acá el desafío era otro: definir y validar un nuevo mercado para un pull de productos. Entonces armamos un open innovation en donde mezclamos profesionales de la empresa con profesionales externos especializados en marketing, creatividad, social media y negocios” describe Gisella.
Para implementar las acciones se escogieron distintos puntos de contacto y se brindaron ciertos servicios publicitarios.
Las metodologías utilizadas apuntan a ganar frescura, velocidad y practicidad.
“Las empresas grandes pueden ser ágiles y tomar decisiones de negocio de una forma mucho más rápida y segura. Hoy para que una marca sea innovadora y ágil sólo necesita tener visión, flexibilidad, actitud, y un método que les permita testear las ideas rápidamente, de forma económica, antes de que inviertan una mayor cantidad de tiempo y presupuesto en una idea hipotética, que promete mucho, pero que quizás no funcione” sostiene Buzzi.
Tako también cuenta con un area educativa: Innovation School.
“Desarrollamos dos programas básicos cuatrimestrales en la Universidad de Lomas y en el Centro Cultural San Martin para principiantes sobre Proyectos Digitales. Este programa es gratis porque queremos dar accesibilidad a este tipo de contenidos”.
Otros programas más específicos son pagos, tal es el caso de los Bootcamps.
Para el 2017 Tako apunta a la expansión. “Tenemos un desafío que tiene que ver con nuestra área comercial. Queremos sumar un partner que ponga foco en generar nuevos clientes en Argentina y abrir mercado en LATAM”.
Como buen espacio de innovación, las puertas quedan abiertas.