Desde que empezó la cuarentena en Latinoamérica muchas marcas se convirtieron en empresas de triple impacto o de certificación B. En su columna de opinión, Jorge Percovich – CEO de Havas Group Latam- analiza la importancia de este cambio.
– Desde aportes para conseguir la vacuna contra el Covid-19 a campañas de concientización sobre la importancia de cuidarnos entre todos, las marcas, los medios, y las compañías en general, han encontrado la forma de estar presentes en la lucha contra el coronavirus. La pandemia que desde marzo se apoderó del mundo, es combatida con medidas donde el distanciamiento social y los sanitizantes parecen ser -por ahora- el único remedio.
Desde una modificación simple, Burger King convirtió el “Home of the Whopper” en “Stay Home”. Algo parecido hizo Nike, con un eslogan que va directo a la construcción de comunidad. Con “Play inside, Play for the world”, la marca deportiva encuentra en la responsabilidad ciudadana la mejor forma de combatir el virus.
Natura, la compañía de cosméticos líder en Latinoamérica también activó en Chile su campaña “Súmate para detener el contagio”, donde por cada venta de su alcohol en gel, dona la misma unidad a fundaciones que trabajan en pro del bienestar de los adultos mayores más vulnerables del país. Fundación Danone por su parte, también está llevando a cabo una serie de donaciones en Argentina para contribuir con hospitales y centros de atención públicos y organizaciones sociales. Todo, más las nuevas apps que buscan conectar a las PyMES afectadas para realizar consumos futuros. Las marcas y los medios, actuaron rápidamente y se sumaron a crear conciencia y a producir los insumos que estaban haciendo falta.
Sin embargo hay una pregunta que todavía está latente ¿qué nos espera en el futuro próximo?, ¿Cómo renacerá el mundo desde América Latina post pandemia? Hoy, teniendo por delante algunos ejemplos a nivel global, podemos empezar a vislumbrar una respuesta, no habrá empresas exitosas en sociedades fracasadas.
En ese sentido, el Covid-19 dio espacio para que las marcas de triple impacto aportaran su granito de arena. De hecho, desde que empezó la cuarentena en Latinoamérica muchas marcas se convirtieron en empresas de triple impacto o de certificación B. Las mismas, además de ser rentables, tienen 3 ejes en los que operan: económico, social y ambiental. Y entre sus objetivos están los de crear conciencia y ser generadoras de cambio.
Existen varios mecanismos para transformarse en una empresa de triple impacto. En el mundo, el más difundido es la certificación de Empresas B o ‘B Corp’, que en países como los Estados Unidos tienen beneficios impositivos. Los requisitos son propuestos por B Lab, una ONG estadounidense que tuvo la iniciativa de certificar a toda empresa que esté dispuesta a generar un cambio en el mundo. No importa la cantidad de empleados o la facturación, sino el compromiso real de alcanzar un equilibrio entre el rédito financiero y los aportes sociales y ambientales. Dentro de este universo, Havas (a través de su oficina londinense) se convirtió en la primera agencia internacional de publicidad en recibir el status de B Corporation.
Pero no es éste el único compromiso asumido por Havas en los últimos años. En 2019 la compañía a nivel global ya había presentado seis compromisos de progreso, donde (1) expresamos nuestra voluntad y foco en promover un entorno de trabajo armonioso y saludable; (2) reforzar políticas de adquisición socialmente responsables sobre nuestra cadena de suministro; (3) promover la ética en nuestro negocio; (4) liderazgo en la creación y difusión de comunicaciones de responsabilidad en colaboración con clientes y socios; (5) reducir la huella ambiental de nuestras operaciones; y (6) mantener nuestro compromiso con los esfuerzos colaborativos en reducir el cambio climático.
En este sentido, sobre todo teniendo en cuenta el último punto, durante 2019, en Havas logramos algunos hitos clave en pos de contribuir a reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Redujimos un 20% nuestra huella de carbono, el equivalente a 64.120 viajes de ida y vuelta de Paris a Nueva York; logramos un 18% menos en desperdicios; un 5% menos en uso de papel e incrementamos 88% la implementación de programas de reciclaje en todo el mundo. Es un largo recorrido el que nos queda por delante, pero el objetivo es el mismo: ser reconocidos como fuerza para el bien, gracias al balance entre responsabilidad social y la excelencia en nuestros negocios.
En conclusión, se requiere medidas de estímulo para reactivar y dinamizar la producción de bienes y servicios. Se está instalando un nuevo cambio de paradigma, donde lo que importa es la evolución de las compañías, marcas, medios, a un nuevo actor que alienta la “producción” de bienes sociales, además de los económicos y financieros. La salida de la pandemia no puede prescindir de ellos; y en Havas queremos ser parte del cambio.