Descubrí cómo y por qué las fintech están creciendo tan rápido en el mercado latinoamericano.
Probablemente la banca sea uno de los negocios más antiguos de la humanidad.
De hecho, si nos remontamos en la historia, descubriremos que existen registros en India, Siria y Sumeria que datan de 2000 años A.C. en donde banqueros prestaban granos a los agricultores y comerciantes para que movieran sus productos entre ciudades. Pero, si queremos resumirlo de forma simple, podríamos decir que durante miles de años la banca se dedicó al negocio de intermediación financiera y de venta de seguros. Sin embargo, muchas de las grandes innovaciones surgieron en la historia reciente.
Por ejemplo, en 1950 nacen las primeras tarjetas de crédito. En 1969 Chemical Bank (que pasó a llamarse Chase Manhattan Corporation en los años 90´s) instaló los primeros cajeros automáticos en NYC. En 1995 aparecen los primeros sistemas de home banking, a través de aplicaciones para las pc que luego se conectaban a Internet. En 1999 surge PayPal, uno de los grandes precursores del comercio electrónico, ofreciendo seguridad para las transacciones en línea.
Después de la crisis global del 2008 la la innovación del sector pareció detenerse, sin embargo hoy está viviendo un auge sin precedentes.
“Si bien las fintech, empresas que desarrollan herramientas tecnológicas para el sector financiero, existen hace tiempo, nunca antes habían creado tales cambios en los negocios de los bancos. Desde pagos por telefonía móvil, pasando por asistentes virtuales, billeteras electrónicas, hasta peer-to-peer lending (desintermediación de la banca) y crowdfunding para financiación de proyectos. Todas estas empresas están generando un cambio en el modelo de negocios de los bancos, los cuales están teniendo que reinventarse rápidamente”, sostiene Mario Hernández, fundador y CEO de Impesa, una empresa de FinTech creadora de Layla, Brainert, Kipo y Monibyte.
Por sus particularidades, surge una oportunidad sin precedentes para el desarrollo de la región y sus habitantes.
Para ponerlo en perspectiva, de acuerdo a un reporte generado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) junto con Finnovista, más de 210 millones de personas de edad adulta en LATAM no contaba con cuenta bancaria en 2017.
Hace apenas 3 años, la población que tenía acceso a una cuenta bancaria era solamente un 39%.
Afortunadamente, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, la aparición nuevos players con servicios bonificados y una menor burocracia, este porcentaje de bancarización no sólo se incrementó, sino que incluso se está acelerando de forma exponencial durante 2020.
Todo esto indica que estamos viviendo el comienzo de una revolución democrática del acceso a los servicios financieros.
ADOPCIÓN Y CAMBIOS TECNOLÓGICOS MASIVOS
Cabe destacar que Latam es el hogar de algunos de los países de más rápido crecimiento en términos de adopción de Internet y dispositivos móviles. La penetración de Internet en Latam ahora supera el 66%, por encima del promedio mundial del 53%, según el Banco Mundial. La penetración móvil también ha ido en aumento en los países de América Latina y se pronosticó que oscilaría entre el 63% y el 75% para 2019.
Estos datos resultan fundamentales para entender el auge del ecosistema fintech en una región conocida por su desigualdad y alta informalidad laboral.
Con sólo un smartphone, un documento de identidad y algunos requisitos adicionales, prácticamente todas las personas tienen la posibilidad de bancarizarse, ya que hoy muchos de servicios básicos son gratuitos para sus usuarios.
Algunos indicadores importantes:
- En Argentina, Brasil y Costa Rica, aproximadamente un 20 % de los adultos que tienen cuenta usa el celular o Internet para operar a través de una cuenta.
- Mediante la digitalización del pago de sueldos, las empresas podrían llevar a más de 30 millones de personas a abrir su primera cuenta.
- La proporción de adultos que realiza o recibe pagos digitales ha aumentado un mínimo de 8% en países como Bolivia, Brasil, Colombia, Haití y Perú.
- Sólo el 41% de los pobladores de la región asegura contar con una tarjeta de débito.
La bancarización y la inclusión financiera en América son procesos clave para reducir la pobreza y la desigualdad, potenciar el crecimiento económico y la estabilidad financiera en la región.
Por Federico Zamponi, Manager, New Tech Edition, Insider.